La leche del amor

Conmovida por la experiencia y en esta fecha tan especial para las mamás y los bebés decidí empezar con este blog.

Motivada por otras que como yo encontraron aquí un espacio de reflexión, contención y compañía inicio mis primeros pasitos en este mundo del blog coincidentemente en el momento en que mi bebé esta iniciando sus primeros pasitos por la vida.

Emocionada me siento frente al teclado y esbozo algún borrador.

Y voy de atrás para adelante y de adelante para atrás y no se por donde empezar.

Cierro los ojos y la primer imagen que se me representa es la mirada de mi bebé que asoma desde el horizonte de mi pecho. Tal vez ese sea el resúmen de lo que yo podría definir como amor verdadero.

Y desde ahi, desde esos ojos que me aman, que me admiran, que me siguen; desde ese, el más puro amor es desde donde necesito empezar a escribir.

Porque en el recorrido que hay entre su mirada y la mía se encuentra la explicación inexplicable que me llevo a seguir amamantando a mi bebé.

Me dejé llevar por esa mirada y por esos momentos únicos. Me aferré a ellos y decidí regalarme a mi misma eso que realmente deseaba. Cerré los oidos y le abrí mi corazón a mi hijo, y a mí. Acuné a la mamá que soy y todos los días nos regalamos interminables miradas, abrazos y leche de amor.

Me hice un espacio diario de introspección, de escucha y mi corazón era claro en su mensaje. Respiré hondo y me animé a avanzar.

Y este blog es una manera de avanzar. Es mi manifiesto. Es mi afirmación en la lucha interna de los valores y los mandatos sociales. Es este mi camino de amor. Estoy orgullosa. Es una batalla ganada.